Cinco años más tarde la fiebre de la noche de Tony Manero continúa. Tony lucha a brazo partido entre el pluriempleo y su vocación de bailarín, intentando triunfar en su ansiado y dorado Broadway. La secuela de "Fiebre del sábado noche" no tuvo tanto éxito de taquilla, quizá debido al flojo guión y pobre dirección de un Sylvester Stallone que no demostró talento alguno en las secuencias de baile.