Después de muchos años de prisión, Jerri Blank (Amy Sedaris), una expresidiaria de 47 años, es puesta en libertad y regresa al hogar de su infancia. Allí descubre que su padre se encuentra en estado de coma profundo. Jerri decide entonces darle un vuelco a su vida, volviendo al punto de partida, es decir, volver al el instituto como una alumna novata. Pero para una perdedora ex-alcohólica y drogadicta no resultará nada fácil mezclarse con chicos de familia bien.