El barco en el que viaja Gulliver naufraga y el mar le arrastra a la costa del país de Lilliput, un lugar habitado por unos hombrecillos diminutos. Al despertar, Gulliver descubre que ha caído prisionero de estos entrañables seres. Sin embargo, cuando la princesa de Lilliput y el príncipe de un reino vecino están a punto de casarse, se desata una absurda guerra entre ambos pueblos y Gulliver deberá utilizar su ingenio para salvar la ceremonia.