Jia-min, que nació sensible a lo paranormal, intenta convocar a "Yi-A-Gu" con dos serpentinas. Huo-ge ayuda a Jia-min a dominar el espíritu cuando la situación se sale de control. Huo-ge posee poderes sobrenaturales, pero perdió su voluntad de exorcizar demonios durante una batalla con el demonio tailandés hace cinco años. A medida que continúa la ola de suicidios, la aldea se ve sumida en el caos. Está por comenzar otra batalla.