En 1570 a.C., Roma era un pantano, la Acrópolis una roca vacía, pero Egipto tenía 1000 años. Los constructores de pirámides se habían ido, pero Egipto todavía esperaba su Nuevo Reino, un imperio forjado por la conquista y recordado por eones. EL IMPERIO DORADO DE EGIPTO cobra vida a través de cartas y registros que evocan la pasión y la riqueza de una época en la que Egipto era el centro del mundo conocido, sus faraones eran llamados dioses y se construían grandes ciudades, templos y tumbas.