El ejército británico contrata a un grupo de mercenarios y les encomienda una misión en la zona del Sahara ocupada por las tropas nazis: destruir los depósitos de combustible alemanes, sin los cuales Rommel, el Zorro del desierto, no podría llevar a cabo sus planes. El ejército británico confía el mando de la misión al coronel Masters, un experto en combustibles.