Daniel propone matrimonio a Teresa, madre de una pequeña. Pero ella no es viuda como él cree, ya que Guillermo, su marido está en la cárcel, quien comprensivo, le da el divorcio y le aconseja casarse con un buen hombre. Cuando Guillermo sale libre y va avisitar a su hija, haciéndose pasar por su tío. Daniel se da cuenta que es un buen hombre, y al descubrir que él y Teresa aún se quieren, renuncia a ella para que la familia completa pueda ser feliz.