A comienzos del siglo XIX un distinguido militar, coronel de la armada napoleónica, anuncia su llegada a un pueblecito del sur de España. Solicita que le preparen una serie de servicios , y la relación de estos finaliza con la expresión “ etc, etc, etc” . Las autoridades locales, en su ingenuidad , consideran que con tales palabras el coronel indica, eufemísticamente, que quiere tres mujeres de vida alegre.