Cuando llegan al mar, Umigame les pide a Goku y a Bulma que la esperen. Mientras, Pilaf recibe una llamada telefónica de alguien y le cuenta que en una pequeña isla, a 250 kilómetros al sureste de su castillo, un anciano conocido como Ermitaño Tortuga, tiene una Esfera del Dragón. Cuando llegan a la casa del anciano, Pilaf trata de abrir la puerta con una llave. Shū y Mai, que entraron por la ventana, le dijeron a Pilaf que había cerrado la puerta porque ya estaba abierta. Umigame regresa con un anciano en su espalda, el Ermitaño Tortuga. Como recompensa por haber salvado a la tortuga, le regala a Gokū una nube llamada Nube Kintō. El anciano no puede subirse a la nube, porque sólo la gente buena y de corazón puro puede. Bulma tampoco puede subirse, pero Goku sí, porque tiene un buen corazón. El Ermitaño Tortuga le regala a Bulma la esfera de tres estrellas, la Sanshinchū, sin saber qué importancia tiene. Cuando el anciano llega a su isla, se entera de que Pilaf y sus siervos estuvieron revolviendo su casa buscando la Esfera del Dragón. Después de que cuenta que la regaló, los tres abandonan la isla