Jana ha encontrado en Abel un aliado para atender a Ramona, que continua gravemente enferma en su cabaña. La decisión de Jimena de trasladarse a Madrid, no sólo la enfrentará a sus suegros, sino también a su marido, quien teme que esta marcha lo aleje definitivamente de su afición por los aviones y, sobre todo, de Jana. Margarita, viendo cómo Martina cada vez se pone en su contra, emprende los preparativos para regresar a la capital enviando un par de cartas. Lorenzo y Cruz se inquietan al comprobar que una de ellas se dirige a ¡Beatriz Oltra! Salvador sigue hosco con sus compañeros, no quiere que le compadezcan por no poder pagar el precio de la cirugía de su ojo, ya ha asumido que será tuerto para siempre. Petra, alertada por su hermano de la posibilidad de que haya un hombre en la habitación de las cocineras, tomará cartas en el asunto para aclararlo todo de una vez por todas.